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Cuando se acerca el momento de ir a la playa o la piscina a todos nos entra la prisa por estar lo más en forma posible y poder lucir el mejor cuerpo. Pero esto, no se logra de forma mágica en unas pocas semanas, por ello, sí queremos presumir debemos tener claro que los cuerpos de verano se preparan en invierno.

En enero o en febrero, ¿ya es buen momento para empezar a llamar la atención de nuestras clientas para que comiencen a trabajar los corporales de cara a verano, o aún tenemos tiempo?

Es el mejor momento sin duda. Los cuerpos de verano se preparan en invierno con tiempo. Evidentemente a medida que avanzan las semanas iremos modificando los protocolos. Después de Navidad hay que drenar, reducir, y empezar a prepararnos. Cuando consigamos ese objetivo será el momento de tonificar.

¿Cuánto suelen durar los tratamientos, por ejemplo, que van enfocados a tratar la flacidez?

Los tratamientos dependen siempre del diagnóstico realizado. Hay casos en los que bastará con menos sesiones y otros casos en los que deberemos realizar un tratamiento más prolongado. Si hablamos del caso de una persona que necesita reducir y reafirmar, la media habitual es de 15 sesiones, 2 a la semana.

¿Cómo podemos hacer este llamamiento a la clienta desde nuestros centros y hacerles ver que se trata de un tratamiento de largo recorrido?

Siempre debemos trabajar con honestidad contando desde el comienzo que no hacemos milagros instantáneos, que los tratamientos son efectivos siempre y cuando seamos disciplinados y llevemos una vida sana, con algo de ejercicio y cuidando la alimentación.

Nuestro cuerpo no es un yo-yo. La ayuda de la persona es fundamental, el 50% del trabajo lo hacemos nosotros y el 50% el cliente.

¿Qué es realmente la flacidez?

Es la pérdida del tono del tejido muscular. Realmente es uno de los retos más difíciles a los que nos enfrentamos. 

Seamos realistas: ¿Qué resultados puede obtener una clienta con flacidez si quiere tratarla en un centro estético? ¿Cómo debemos enfocar sus expectativas?

Tenemos alternativas magníficas y con grandes resultados. Siempre debemos explicar con claridad en qué consiste el tratamiento, los objetivos que queremos conseguir y cómo vamos a alcanzarlos. Las expectativas deben ser realistas. Los tratamientos corporales requieren de paciencia y disciplina.

¿Con qué aparatologías solemos tratarla? (tratar que sean aparatologías o técnicas genéricas, no marcas) ¿Es la misma independientemente de la zona corporal que tratemos?

En el caso de la flacidez es clave para mantener el cuerpo definido, tonificado y sin flacidez, tener una buena rutina de ejercicios y alimentación y acompañada por tratamientos personalizados.

La tecnología con la que trabajamos sirve para cualquier zona, aunque hay algunas más complicadas a la hora de tener resultados y con las que debemos tener especial paciencia como es el caso de los brazos. Pero si hablamos de tecnologías son magníficas las más avanzadas que cuentan con masaje activo y radiofrecuencia resistiva ya que trabajan de manera paralela la remodelación, el exceso de grasa y la tonificación- problemas que suelen venir de la mano. O la radiofrecuencia cuadripolar focalizada de alta potencia y la diatermocontracción (contracción muscular intensa). Tampoco podemos olvidar la eficacia de los ultrasonidos de alta intensidad y baja frecuencia.

Conseguimos reducir y remodelar además de eliminar celulitis. Aportamos firmeza desde el interior compactando el tejido y definiendo de manera eficaz, como si estuviéramos haciendo un traje a medida. El resultado: ultra firmeza y una nueva silueta. Estimula el colágeno de la hipodermis y compacta y rejuvenece el tejido desde dentro. Y lo último que ha revolucionado los centros es la combinación de la emisión electromagnética focalizada y la neuroestimulación. En una sesión de 25 minutos provocamos el mismo desgaste muscular, alteración metabólica y consumo calórico que varias horas de entrenamiento en el gimnasio.

¿Suele presentarse sola, o hay más problemáticas asociadas? Y, de ser así, ¿Cuál sería la forma correcta de abordarlas, qué tratamientos combinaríamos?

Suelen venir acompañadas de celulitis, desequilibrios de circulación sanguínea y linfática. Lo habitual es una combinación para abordarlas. Tal y como hemos comentado en la cuestión anterior, en el diagnóstico nos encargamos de ver de manera personalizada cada caso para crear de esta manera el “menú” perfecto. Empezamos siempre detoxinando, activando la microcirculación sangúinea o linfática empleando aparatos con vacumterapia como LPG y que nos cubre las necesidades de todo el cuerpo. Sin olvidarnos del seguimiento que debemos realizar a lo largo del tratamiento. Según evolucione podemos modificar alguna de las tecnologías que estemos empleando.

¿Podrías decirme o resumirme vuestro tratamiento estrella para esta problemática? El que más recomendéis o el que mejores resultados ofrezca.

Una cosa es la flacidez del músculo y otra es la flacidez del tejido. En el tejido los ultrasonidos y radiofrecuencias son magníficos. En el caso de la flacidez muscular la emisión electromagnética focalizada y la neuroestimulación o la electromagnetoterapia son ideales porque trabajan en el corazón en el músculo.

¿Qué parte del éxito de estos tratamientos tiene que ver con el estilo de vida que lleve la clienta? ¿Qué le aconsejáis que haga y cómo la concienciáis de que lo mantenga?

El 50% depende de la clienta. Su estilo de vida, en el que entran en juego la actividad física y la alimentación son claves. Siempre aconsejamos aplicar la sensatez, si es una persona deportista tendrá ese hábito incorporado a su vida diaria algo que resulta perfecto; pero si no es el caso, caminar al menos media hora al día, beber agua y comer en plato pequeño alimentos saludables será suficiente. Eso, y seguir el tratamiento que se haya pautado. Es fácil concienciarles cuando empiezan a ver los resultados. Su autoestima se dispara y no hay mejor medicina que vernos y sentirnos bien.

Por eso, os animamos a que empecéis ya a prepararos, porque recordad, los cuerpos de verano se preparan en invierno.