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Es sin duda el momento perfecto para regalar a tu piel los tratamientos de belleza facial que lleva tiempo reclamando. No solo porque tu piel arrastra los efectos del verano- exceso de exposición solar, relajación en tus rutinas de limpieza y cambio de hábitos alimenticios- si no también porque necesitamos nutrirla y prepararla para el cambio de estación. Y no hay mejor manera que hacerlo de la mano de un tratamiento de belleza facial que combina el poder de la naturaleza con las técnicas manuales más ancestrales.

¿Cómo lo conseguimos?

Una vez más apostamos por la vuelta a la esencia de la belleza y lo hacemos con Ritual Sublime Jeunesse de Maria Galland. La combinación de la fuerza de la naturaleza y la destreza de las manos profesionales, que bailan y recorren el rostro definiendo y recolocando facciones, son el mejor ejemplo de la eficacia de los elementos que la tierra pone a nuestro alcance.

Ritual Sublime Jeunesse de Maria Galland

Los tratamientos de MARIA GALLAND PARIS convierten el cuidado de la piel en una experiencia muy especial.

¿En qué consiste?

Se trata de un tratamiento de belleza facial, cargado de sensorialidad que combina maniobras relajantes con técnicas antienvejecimiento de vanguardia. Sus extraordinarios ingredientes activos -trufa blanca, perla, eneldo, oro y péptidos antiedad- actúan en sinergia para ofrecer una acción que combate los signos del envejecimiento aportando hidratación, firmeza y elasticidad, consiguiendo una piel lisa y con una reducción evidente de las arrugas.

Cargado de sensorialidad este tratamiento facial, combina maniobras relajantes con técnicas antienvejecimiento de vanguardia.

El momento culmen del tratamiento es la aplicación de la mascarilla dorada de textura hidrogel, con un ingrediente protagonista: el eneldo. Se trata de un potente anti edad que retrasa la senescencia celular reduciendo la producción de la proteína del envejecimiento, Progerina, y aumentando la producción de la proteína de la juventud Klotho, que regula la longitud de los telómeros y la actividad de la telomerasa en las células madre. Combinado con la trufa blanca, y los péptidos anti edad se consigue la sinergia perfecta para reestructurar y preservar la juventud de la piel. El oro de 24 kilates se encarga de aportarle el toque sublime regalando al rostro la luz que la edad se empeña en restar.

Todo un regalo para tu piel que dará la bienvenida al otoño, renovada y preparada para cualquier reto que tengas en mente.